Debido a la creciente demanda de traducción de documentos, en algunas compañías se asigna esa tarea adicional a los colaboradores bilingües. Pero, en muchos casos, no son tan productivos como se espera.
Si ha leído la traducción que hizo su colaborador y se ha hecho alguna de las siguientes preguntas, este artículo es para usted:
- “¿Por qué se tardó tanto si solo tenía que traducir un par de hojas?”
- “¿Por qué traduce una palabra de distintas formas?”
- “Esto suena extraño en español…”
Aquí compartimos tres recomendaciones que ayudarán a que los colaboradores sean más productivos al traducir los documentos corporativos, es decir, con mejor calidad y en menos tiempo.
1. Trabajar con la versión final del documento para traducir
El documento para traducir debe ser la versión final, no un borrador. La redacción, las cifras y el contenido se deben haber revisado y confirmado como si el documento estuviera listo para su publicación.
Una buena traducción depende, en parte, de que el texto original esté bien redactado; de lo contrario, se pueden desperdiciar muchas horas tratando de aclarar dudas sobre el contenido y el resultado puede ser una traducción de baja calidad.
A veces se deben realizar cambios de último minuto en los documentos, pero trate de que esto no suceda para evitar retrasos y confusiones en la traducción.
2. Usar un glosario corporativo
Usar este glosario contribuirá a la consistencia en las comunicaciones escritas y la claridad en la comunicación oral.
Si su compañía no cuenta con un glosario corporativo, ¡este es el momento de crearlo!
Un glosario corporativo normalmente contiene términos, definiciones, siglas y otros aspectos lingüísticos que se usan de forma particular y frecuente en la compañía.
Contar con un glosario corporativo aprobado, por ejemplo, por el área de comunicaciones o mercadeo, ayudará al encargado de la traducción a:
- Usar los términos precisos para su negocio e industria
- Traducir de forma consistente todos los documentos
- Ahorrar tiempo en investigaciones en línea y consultas a otros colegas
En Pantoglot usamos el glosario provisto por el cliente como punto de partida para crear un recurso de traducción conocido como base de términos, al cual agregamos más información como contexto, uso, sinónimos, información gramatical, acrónimos, niveles de aprobación de los términos, notas e incluso imágenes relacionadas. Cuando el cliente no cuenta con un glosario corporativo o no lo puede proporcionar, creamos la base de términos a partir de los documentos que traducimos, y agregamos la información que acabamos de mencionar.
3. Centralizar el almacenamiento de los documentos originales y traducidos
Esto contribuirá al orden y fácil acceso a los documentos. Además, servirá para realizar consultas posteriores y saber cómo se ha traducido cierto término en determinado contexto, además de que evitará que palabras o frases iguales se traduzcan de distintas maneras. Esto es algo que difícilmente se logra dejando los documentos en el Escritorio de Windows de la persona que los tradujo.
En Pantolgot, además de almacenar y centralizar todas las traducciones en una plataforma especializada, creamos otro recurso de traducción conocido como memoria de traducción, es decir, una base de datos lingüística que almacena el contenido traducido (en pares de idioma de origen y de destino) en forma de oraciones, párrafos o segmentos con el fin de reutilizarlo en el futuro y así agilizar el proceso de traducción.
Puede suceder que siga estas recomendaciones y no vea mejoras en cuanto al tiempo de entrega y la calidad de los documentos que se traducen internamente. ¿Ha considerado si la persona que está traduciendo los documentos corporativos es la persona indicada? El hecho de que alguien hable otro idioma no significa que sea la persona más indicada para traducir.
¿Por qué decimos esto? Descubra la respuesta en este artículo.
Las compañías son máquinas de generación de información que no se detienen. Todos los días crean y comparten información de distinta naturaleza y en distintos formatos con proveedores internos y externos; por ejemplo, formularios para proveedores, material de capacitación para empleados, comunicados de prensa, informes de gestión, contenido para el sitio web, acuerdos comerciales, entre otros.
Esta información se crea constantemente y debe ser comunicada con rapidez y en el idioma de su audiencia final, lo cual puede representar un reto. Por eso, es importante que la persona indicada realice la labor de traducción.