Elegir la técnica de traducción audiovisual que mejor se adapte a un contenido puede resultar complejo en un primer momento. En este artículo se detallan los aspectos centrales para tener en cuenta y tomar la decisión correcta.
Lo primero es comprender por qué y para qué se necesita traducir un contenido. En los últimos años, la producción audiovisual ha crecido notablemente debido a Internet, el aumento de dispositivos inteligentes y el surgimiento de las plataformas de streaming.
Conforme crece la demanda, se multiplican las oportunidades, los desafíos y las exigencias para la industria. La globalización y la tecnología derriban barreras culturales y espaciales en tiempo récord, permitiendo alcanzar nuevos públicos, con necesidades y expectativas muy diversas. Aquí es donde interviene la traducción, construyendo puentes para que el mensaje llegue y sea entendido por estos públicos de la mejor manera posible.
¿En qué casos se necesita recurrir a la traducción audiovisual?
Cuando el público objetivo no pueda comprender el material en su versión original porque:
- el idioma es diferente al suyo
- posee discapacidades visuales y/o auditivas
Detectada la necesidad, lo que sigue es identificar la técnica que mejor se ajuste al producto y su público.
¿Cuáles son las técnicas de traducción audiovisual?
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Subtitulado:
incorpora el texto traducido escrito, generalmente en la parte inferior de la pantalla, conservando sin modificaciones la banda sonora original.
Existe una variante para personas con discapacidad auditiva. El Subtitulado para Sordos (SPS) suple toda la información que se percibe originalmente por el canal auditivo, además de los diálogos: tonos de voz, gritos, risas, voces en off, canciones, etc.
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Doblaje:
Presenta dos modalidades.
– sincronía de labios (lip sync): reemplaza el audio original de los diálogos por su versión traducida. Se hace coincidir el nuevo audio con la modulación de los actores originales.
– voces superpuestas (voice-over): traduce oralmente los diálogos o intervenciones originales, en su misma banda de audio, superponiéndolos sin sincronizarlos del todo. Se escuchan simultáneamente las voces originales y su traducción.
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Audiodescripción:
Es una herramienta de accesibilidad para las personas con discapacidad visual. Consiste en la narración oral de toda la información visual relevante de la trama o contenido audiovisual.
¿Qué variables hay que considerar para la elección?
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Material y ámbito de distribución
¿Qué material audiovisual se va a traducir? ¿Se trata de una serie, una película, un video musical, una publicidad, un tutorial? En el caso de series, películas o documentales, el género puede proveer indicios de la mejor técnica a utilizar.
Asimismo, se debe contemplar a través de qué canales o en qué ámbitos será compartido o comercializado el producto: televisión, cine, dispositivos móviles, encuentros presenciales, etc. En cada país, el cine, la televisión abierta, las señales de pago, y las plataformas de streaming, presentan preferencias por determinada técnica de traducción. Conviene informarse previamente sobre cada caso.
Cuando el material original incluye dos o más idiomas, suele convenir recurrir al subtitulado para transmitir esa diversidad de lenguas y/o dialectos, conservándola en el audio original. Por ejemplo, si en la versión original alguien hablara el mismo idioma que la audiencia, el doblaje haría que se perdiera el efecto.
En ocasiones puede convenir combinar técnicas. Es un criterio muy utilizado en los documentales, en los cuales el narrador (visible o como voz en off) suele doblarse, mientras que las intervenciones de especialistas o autoridades se subtitulan o se doblan con voces superpuestas. Esto se debe a que este género busca comunicar hechos de la realidad, y necesita mostrarse lo más transparente y objetivo posible.
Si el contenido se consume a través de dispositivos móviles de pantalla pequeña, se aconseja el uso del doblaje, ya que los subtítulos pierden legibilidad. Lo mismo aplica para videos, tutoriales, o presentaciones cargados de datos o gráficos. El subtitulado obliga a la audiencia a distraer su atención de la información visual importante. Esto empeora cuando se necesita tomar notas o llevar un registro, como suele suceder en congresos o jornadas de capacitación profesionales.
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Audiencia: necesidades y preferencias
La audiencia representa uno de los factores de mayor peso en la elección de la técnica de traducción audiovisual. Deben considerarse cuestiones relacionadas con la edad, preferencias y hábitos culturales, así como discapacidades o requerimientos especiales.
Para niños o adultos mayores, que aún no aprenden a leer o poseen una visión o velocidad de lectura reducida, se suele utilizar el doblaje. De esta forma, la audiencia se puede concentrar en la historia que se muestra en pantalla y es fácil distinguir a los personajes y sus diálogos. Si, en cambio, el material está destinado a personas con discapacidad visual, se emplea la audiodescripción, y para personas con discapacidad auditiva, se recurre a subtítulos especiales (SPS).
Por otro lado, la audiencia joven normalmente prefiere consumir contenido subtitulado, pues esta técnica conserva los acentos y tonos de las voces originales. Además, permite escuchar el producto audiovisual en el idioma original y leer los subtítulos en su propio idioma (algo maravilloso para quienes están aprendiendo otro idioma).
Adicionalmente, las costumbres y hábitos de cada región o país hacen que sus audiencias se sientan más cómodas frente a la experiencia del doblaje o del subtitulado. Ambas técnicas poseen defensores y detractores. ¿Cuáles son las principales ventajas y desventajas de cada una?
✔ VENTAJAS
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X DESVENTAJAS
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DOBLAJE | ✔ No distrae de la acción
✔ No contamina la imagen ✔ Apto para todas las edades
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X Reemplaza voces y sonidos originales
X Posibilita censuras y omisiones X Se pierden las entonaciones originales X Costos y tiempos de producción
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SUBTITULADO | ✔ Conserva voces y sonidos originales
✔ Quien entiende el idioma original no pierde información ✔ Costos y tiempos de producción |
X Contamina la imagen
X Distrae la atención X Omite información por limitaciones espacio temporales |
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Legislación
Algunos países poseen normativas y leyes que rigen la comunicación audiovisual. Para garantizar que se promueva el conocimiento y la difusión de las lenguas oficiales, suelen establecer criterios de traducción y cantidades mínimas de contenido en idiomas nativos que los operadores deben respetar.
De igual modo, promueven la accesibilidad de personas con discapacidad auditiva y/o visual, regulando el porcentaje de programación que debe adaptarse para dicha audiencia (mediante subtitulado, lengua de señas o audiodescripción).
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Tiempo y presupuesto disponible
Por último, pero no menos importante, hay que considerar los tiempos y el presupuesto de los que se dispone para el proceso de traducción.
Si analizando todos los factores mencionados, aún la balanza no se inclina hacia una técnica en particular, el costo puede ser un factor decisivo.
La técnica de doblaje es más costosa y demanda más tiempo ya que su proceso es más complejo e involucra a muchas personas (traductor, ajustador, director y actores), mientras que el subtitulado requiere del trabajo de un traductor y un software.
En resumen…
No existe una única variable que deba ser considerada al elegir la técnica de traducción para un contenido audiovisual. Deben analizarse sus características, su público objetivo y sus preferencias de consumo; los canales o ámbitos de distribución; las legislaciones vigentes; y el tiempo y presupuesto disponibles. Estudiar estos factores con la debida atención ayuda a reducir el riesgo de equivocarse.
Finalmente, sea cual sea la técnica de traducción elegida, el productor de contenido audiovisual nunca debe olvidar la necesidad inicial que lo condujo hasta acá: construir puentes que permitan que su mensaje llegue al público de una manera clara, comprensible y atractiva a la vez.
Si quiere conocer cómo podemos apoyar su estrategia de contenidos en diferentes idiomas, no dude en contactarnos.
Autor: María Farhat